12 mayo 2012

Viento austero

Es terrible, no puedo mirar,
mis figuras más despiertas
se están tornando agrias,
así una camisa recien colgada
ondea en el tendero
ancha y se despide...
el parque, triste,
no compensa el desparpajo
de nuestra infancia provechosa
con la nostalgia abrumadora
que caló anoche hasta mis huesos.

Las estrellas callan, como siempre han hecho,
pero esta vez no dicen nada,
salvo lo siento,
¿dónde queda la esperanza?

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